volaverunt Escribio:
Saludos a todos.
Si os quedaba alguna duda a la hora de seleccionar una agencia on-line para reservar un viaje, espero que nuestra experiencia os sirva para daros un poquito más de seguridad y transmitiros nuestra confianza en Grand Voyage. Es normal tener ciertas reticencias a la hora de gastarse una cantidad importante en un viaje y no poder ver siquiera el gesto de la persona que está al otro lado de la línea recibiendo tu petición, pero ésta es es ya la tendencia natural del mercado. Esta tendencia proporciona, además, mucha flexibilidad a la hora de planificar los viajes. Como en todas las cosas, la confianza no se gana de golpe, sino a través de un comportamiento continuo en una determinada dirección. Por eso me gustaría que estas líneas fueran un ladrillo que ayudara a otros a construir ese edificio de confianza que para mí se ha ganado Grand Voyage. Pero leed otras opiniones, porque creo que encontraréis muchos más ejemplos.
En nuestro caso, le pedimos a Grand Voyage que nos organizara un viaje a Vietnam y Camboya con escaso tiempo: un mes, que para este tipo de viajes suele ser muy poco. Además de mi mujer y yo, viajaba nuestra hija de 8 años. Os podéis imaginar que debido a esto nuestras inseguridades eran mucho mayores, sin descartar las asociadas a realizar los pagos a una plataforma virtual. Pero todas se acabaron cuando empezó el viaje. Todo estuvo perfectamente organizado, pero sin llegar a ser agobiante. Las líneas aéreas seleccionadas, entre ellas Turkish Airlines, fueron de las mejores que conozco, lo que es muy importante en un viaje que exige tantas horas de avión. Durante las excursiones en todo momento sabíamos lo que íbamos a hacer y el margen de flexibilidad que teníamos para "descolgarnos" en cierta medida del grupo.
¿Hubiera hecho algo de forma distinta si hubiera sabido lo que hoy sé? Sí, desde luego, la experiencia es un grado. Sobre todo hubiera intentado seleccionar un poco mejor las fechas, teniendo en cuenta el clima y la cantidad de turistas que coincidíamos en los mismos sitios. El calor sofocante, húmedo pero paradójicamente deshidratante, era difícil de llevar. Pero... sarna con gusto no pica.
Ha habido momentos "estéticamente" mejores que otros, pero todos sorprendentes: el caótico tráfico de Hanoi y Saigón; los deslumbrantes y agotadores mercados; el impresionante, pero a la vez irritante (por la falta de cuidado en su limpieza), paisaje de la bahía de Halong y su excursión en kayak; la hechizante tormenta en el barco; las caleidoscópicas luces de la noche de Hoian y su estupenda playa; la variada y exquisita (en opinión de los tres) comida; los viajes por los ríos y canales que nos acercaban a la forma más tradicional de la vida en los pueblos; el impacto de ver de primera mano la reciente y cruel historia de Saigón; y, por supuesto, los templos de Angkor Wat y Angkor Tom, comparables a otras maravillas del mundo, como las Pirámides, Machu Pichu, los templos mayas. Quizá sobraban un millón de turistas... Lo mismo pensarían ellos de nosotros.
Es todo tan distinto que ya me parece que hace un año que pasó. ¡Mejor! Así queda menos para el siguiente viaje.
Nos vemos en cualquier parte!
Saludos
Hola, le gustó el viaje a tu hijo? O quizá se hace pesado tanto trayecto?
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